Y llegamos al destino más inesperado de nuestro viaje… NUEVA ZELANDA! La verdad que no lo teníamos ni en mente antes de iniciar nuestra ruta por oriente, este país suele ser ese que ves siempre en el mapa pero que lo ves tan tan lejos que piensas: Es imposible llegar ahí! Ojalá algún día pudiese visitarlo… Y llegó ese día! Ya que estábamos “tan cerca” no podíamos dejar pasar la ocasión de visitar el país Kiwi y nada más y nada menos que hacerlo en campervan (caravana).
Elegimos hacerlo de esta forma porque NZ (Nueva Zelanda) está preparadísima para recorrerla en caravana, alquilando un camper con la certificación Self- Contained (se paga unos 25€ más) puedes acampar en una infinidad de campings gratuitos que hay repartidos por todo el país, en la mayoría de ellos solo puedes hacerlo con esta certificación.
Además de poder dormir gratis en rincones espectaculares, encuentras baños públicos allá por donde vas, también gratuitos y sobretodo limpios! El “problemilla” podríamos decir que es a la hora de ducharse, decimos “problemilla” porque pagando aproximadamente unos 2 dolares neozelandeses (1,20€) puedes encontrar duchas de agua caliente muy cerca de donde te encuentres, también hay muchos de estos campings donde hay duchas pero de agua fría, y la verdad que en las casi tres semanas que hemos pasado aquí nos hemos encontrado ningún día idóneo para hacerse una ducha de agua fría al aire libre 🙂
Pero hablemos de cosas serias… Nos quedan más de 4.600 Km por contaros! ;P
Después de cargar el camper de comida para nuestra estancia en NZ, pusimos rumbo hacia la península de Coromandel, nuestro primer trayecto ya nos dejó claro que nos íbamos a enamorar de este país con sus paisajes 🙂 En Coromandel pasamos nuestra primera noche junto al Océano Pacífico, ya os podéis imaginar la magia del momento… De aquí nos fuimos a visitar Cathedral Cove, un enorme túnel natural en medio de la playa , para llegar aquí hicimos un breve trekking de 2 horas junto a la playa… Espectacular!
Tras el trekking junto a esta playa de arena blanca y aguas transparentes, paramos a comer en Cooks Beach y de aquí rumbo hacia Waitomo, donde fuimos a visitar las famosas cuevas de Waitomo, llenas de luciérnagas, tenemos que decir que este sitio nos defraudó un poco, quizás teníamos las expectativas demasiado altas jeje
Cerca de Waitomo fuimos a ver las que dicen que son las mejores cascadas de NZ, las Marokopa Falls y la verdad que fueron preciosas de ver 🙂 Y de aquí nos dirigimos al que probablemente fuera el destino más esperado por los dos… La Comarca! Ese pedacito de la tierra media donde habitan los Hobbits! Jaja Para los que no hayáis visto ‘El Señor de los Anillos‘, deciros que aquí es donde se rodó parte de la trilogía de esta saga y la del ‘El Hobbit‘. Aunque uno no sea fan de estas películas, tenemos que decir que el lugar donde se encuentra el Hobbiton Movie Set probablemente haya sido uno de los más bonitos que hayamos visto en NZ.
Y tras visitar ‘La Comarca’, vestidos a nuestro modo de Hobbits jajaja nos fuimos a la zona termal por excelencia de NZ… Rotorua, aquí se encuentran la mayoría de fuentes termales del país y la peste a “huevo podrido” del azufre se siente mientras se va llegando a esta zona 🙂 Además de los géiseres que vimos en una reserva natural, pudimos aprender un poco sobre la cultura maorí y ver su famosa danza… La Haka!
Sin dejar respirar a nuestro camper, nos plantamos en Lago Taupo, el lago más grande de NZ, con un pueblo pegado donde aprovechamos para hacer alguna que otra compra de recuerdo 🙂 Tras pasar dos días aquí, pusimos rumbo hacia la capital de Nueva Zelanda, Wellington, atravesando el famoso desierto Rangipo, más conocido por los fans de El Señor de los Anillos como MORDOR! Aquí se encuentra el volcan Ngauruhoe y el Mt. Ruapehu, tenemos que decir que los últimos kilómetros los pasamos un poco preocupados ya que de gasolina íbamos bastante justos y ahí no había ni una gasolinera! 😀 Al final acabó bien y encontramos una justo a tiempo y nos ahorramos una sorpresa!
La noche la volvimos a pasar en un lago, y aquí vimos uno de los mejores cielos nocturnos que hemos visto en nuestras vidas (veréis la foto que hicimos a duras penas). Al día siguiente fuimos a hacer otro pequeño trekking para visitar Putangirua Pinnacles, un parque nacional donde se pueden ver unos gigantescos peñascos, algunos de ellos bastante peculiares ya que parecen cabezas de monos! Un auténtico misterio…
Tras ver a los peculiares monos rocosos, visitamos la capital. El museo maorí y la calle Cuba fueron nuestros principales puntos de interés de esta ciudad que nos dejó muy buen sabor de boca, una ciudad joven y bastante alternativa que merece la pena visitar.
Y en Wellington acabamos nuestra ruta por la isla norte, ya que aquí metimos nuestra “casa” en el ferry y pusimos rumbo hacía la isla sur! De la que os hablaremos en el próximo artículo 🙂
Nuestra experiencia por el norte fue fantástica! Aquí pudimos comprobar que NZ es pura naturaleza, donde por cada habitante, hay 4 ovejas! ANÉCDOTA: si juntáis las dos islas de Nueva Zelanda y las giráis veréis como la forma es la misma que la de Italia pero al revés! Ya hemos encontrado la otra bota que le faltaba al mundo! ;P
Eccoci arrivati nel Paese più inaspettato del nostro viaggio: la NUOVA ZELANDA. A essere onesti non avevamo assolutamente in mente di inserire questa meta nel nostro viaggio per l’oriente. Abbiamo sempre visto la Nuova Zelanda come un paese troppo lontano, troppo difficile da raggiungere, un paese che però sognavamo, un giorno, di visitare…ed ecco arrivato questo giorno! 🙂 In fondo eravamo così vicini che non potevamo lasciarci sfuggire l’occasione!
Per visitare le due isole principali che la compongono abbiamo deciso di affittare un camper (la Nuova Zelanda è super organizzata in questo senso: dalle compagnie per il noleggio ai campeggi gratuiti per tutti i veicoli con certificazione Self- Contained).
Viaggiare in camper in un paese come questo ti permette di addormentarti di fronte all’oceano, sotto cieli stellatissimi (si può dire? :D), in mezzo a colline verdeggianti…
Ci sono ovviamente anche degli svantaggi, o meglio, dei compromessi da accettare: viaggiare con un campervan significa dover cercare sempre qualche piscina o qualche palestra nella quale potersi fare una doccia (la NZ è organizzata anche in questo senso, quasi tutti i centri sportivi offrono questo servizio al costo di circa 1,50 euro), non avere un “bagno in camera”, non avere sempre acqua per cucinare, etc. etc.
Ma parliamo di cose serie 🙂 Abbiamo oltre 4.600 km da raccontarvi!
La nostra avventura è iniziata ad Auckland dove, dopo una notte passata in una guest house nella zona più malfamata della città ((Simona) ho anche lanciato un urlo durante la notte svegliando l’intera struttura) abbiamo incontrato il nostro fedele compagno di viaggio: una Toyota Kuga Van bianca che vedrete nelle foto 🙂 Caricato il camper di provviste siamo partiti alla volta nella nostra prima meta: la penisola di Coromandel.
A Coromandel abbiamo trascorso la nostra prima notte in compagnia delle onde dell’Oceano Pacifico. Al mattino seguente abbiamo guidato accanto alle bellissime colline verdi tipiche della Nuova Zelanda, per arrivare a Cathedral Cove, un maestoso tunnel di roccia in mezzo alla spiaggia, raggiungibile con un breve trekking di circa 2 ore (giornata bellissima anche perchè abbiamo preparato e mangiato un vero piatto di pasta al pomodoro :))
Il mattino successivo abbiamo visitato le Waitomo Caves, delle grotte calcaree utilizzate in passato dal popolo Maori, nelle quali milioni di insetti chiamati glow-worm creano un incredibile gioco di luci simile a un cielo stellato.
Ma è nel pomeriggio che abbiamo visitato il luogo che tanto attendevamo… siamo andati nella Contea! A casa dei Baggins, per intenderci 😉 Hobbiton è il luogo dove è stata girata la trilogia de lo Hobbit e del Signore degli Anelli. Si tratta di una verdissima farm nella quale è stato deciso di mantenere inalterato il set del lo Hobbit (dopo il Signore degli Anelli avevano “smontato” tutto, ma durante le riprese de lo Hobbit hanno deciso di realizzare delle strutture permanenti per rendere la “Contea” un’attrazione turistica). Lo ammettiamo, siamo andati a visitare la “Contea” vestiti il stile Hobbit (forse un po’ nerd?). A nostro parere la visita a Hobbiton è consigliata anche a chi non conosce i film, il paesaggio è incantevole, tra i migliori che abbiamo visto in Nuova Zelanda.
Il terzo giorno lo abbiamo dedicato alla cultura Maori (dopo una toccata e fuga alle cascate Marokopa). Rotorua, una zona termale ricca di geyser, è una delle zone che maggiormente conserva la tradizione di questo popolo. E’ qui che abbiamo potuto assistere alla danza tipica di guerra, l’Haka, e conoscere un po’ meglio questa interessante e misteriosa popolazione.
Senza lasciare un momento di respiro al nostro camper siamo partiti per il Lago Taupo, il più grande della Nuova Zelanda, dove abbiamo trascorso un paio di giorni prima di attraversare il deserto Rangipo, conosciuto dai fans del Signore degli Anelli come MORDOR.
E’ qui che abbiamo potuto ammirare il più bel cielo della nostra vita (sotto trovate le foto).
Dopo un trekking per visitare Putangirua Pinnacles, un Parco Nazionale dove si possono ammirare delle gigantesche formazioni rocciose, siamo partiti per raggiungere l’ultima tappa dell’isola del Nord: Wellington. Wellington è la capitale più a sud del mondo! Qui abbiamo fatto un nuovo tuffo del mondo dei Maori, visitando il museo a loro dedicato e ci siamo immersi della vita dei giovani neozelandesi, bevendo una birra artigianale nel quartiere di Cuba Street, prima di imbarcarci alla scoperta della remota Isola del Sud.
Il nostro viaggio nel nord della Nuova Zelanda è stato per noi fantastico, una natura sconfinata (considerate che la Nuova Zelanda conta meno di 5 milioni di abitanti nonostante sia grande quanto l’Italia), dove è più facile incontrare animali che persone… si conta che ci siano circa 4 pecore per ogni abitante.
Piccolo aneddoto che piacerà a noi italiani: la Nuova Zelanda, oltre ad avere quasi esattamente le nostre stesse dimensioni, ha qualcosa di più bizzarro in comune con noi. Se unite le due isole e le capovolgete scoprirete che hanno la nostra stessa forma! Ecco dove era finito l’altro stivale del Mondo! 😊
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